Amor ¿Costumbre O Sentimientos?

A veces me pregunto, ¿es acaso el amor una costumbre o un sentimiento? Y quizás no sea yo el único en preguntármelo, pues es que existe una realidad que por más que intentemos evitarla sigue latente y una pregunta la cual mejor iniciare a con una ilustración.

Lo típico del niño que se cría con una familia que no es la suya, Al momento de descubrir su familia real se siente conmovido y emocionado, mas a pesar de esto aunque quiere a su familia, siempre las personas con quienes se crió las sentirá ser más familiares suyo que los reales y estoy seguro que los amara más. Entonces ¿nace el amor o se cultiva con el tiempo?

Si de algo estoy seguro es que a pesar de ser un sentamiento el amor (ágape/ fraternal/ Eros) no nace de manera espontánea. Este es más bien como una plantita; se siembra la semilla y se cultiva hasta que tenemos los frutos.

En pocas palabras el amor es como los músculos, debe ejercitarse para que crezca y fortalezca y si no, muere.

También hay cosas como el amor a primera vista y el amor que nace y que nos quema con gran fuerza pero luego de un tiempo ya no esta, se ha muerto.

Sobre el amor a primera vista, repetiré algo que ya había escuchado. No existe amor a primera vista sino atracción a primera vista.

Vemos a alguien que nos atrae, tratamos dicha persona y por la manera en que intercambiamos gestos, palabras, afecto, entonces decimos que estamos enamorados de dicha persona, mas la verdad es que ya antes de conocer dicha persona, teníamos un patrón prediseñado en nuestras mentes de como debe o debería ser muestra pareja perfecta.

Lo cierto también es que esa pareja no será 100% como la imaginamos y lo más próximo que podríamos tener es un 60% y el otro cuarenta se forja a través del trato mutuo. En el periodo donde amoldamos nuestras actitudes a la los estándares de nuestras parejas y viceversa.

Pero por otro lado, muchas veces parece que un amor que estábamos seguro que existía en tan sólo unos cuantos días desaparece.

Para ser sincero a mí también me ha pasado y parece ser que esto sucede cuando tenemos sentimientos encontrados. Por lo tanto tendemos a confundirlo y pensar que es amor lo que sentimos cuando realmente no es así.

Muchas veces aquello que creemos que es amor, puede ser solo atracción, y en muchos de los casos es que queremos ayudar a esa persona a encontrar lo que tanto busca que en un momento dado llegamos a pensar que nosotros mismos, en un acto de caridad podemos llegar a serlo. Más, al discurrir del tiempo entendemos que no es amor sino piedad.

En dicho caso entonces entraremos en un estado de contradicción con nosotros mimos. Una parte de nosotros reconoce la realidad, pero otra se niega a hacerlo y quiere continuar con el acto de piedad para que la otra persona sea feliz, intentando convérsenos a nosotros mismos y diciéndonos, con hacer feliz a los demás, nosotros también lo seremos.

Estas situaciones son difíciles puesto que tenemos dos opciones para tomar la primera sincerarnos con nosotros mimos y con los demás, y la segunda seguir con la mentira durante todo el tiempo que pueda soportarlo, en dicho caso dicha situaciones mayor mente terminan con un desastre emocional no importa cualquiera de las dos decisiones que tomemos, siempre tendremos que afectar a alguien.

Si tomamos la opción, 1 de ser feliz y sincerarnos con nosotros mismos y los demás, la otra persona puede sentirse traicionada, y si realmente esta enamorada puede causarle un estado de opresión (algo conocido en la cultura cibaeña como mal de amor con precundia), dependiendo de la persona el caso podría llegar a algo desastroso. Bueno, si se da el caso que se tome las cosas muy en serio que sufre de depresiones crónicas.

Así es que la opción uno es un poquito desastrosa. ¡Que bueno! entonces esta claro, la opción 2 es la correcta.

En dicho caso diré lo que me enseño alguien a quien aprecio mucho “sino tenemos dinero en el bolsillo, ¿Cómo podemos dar 500 pesos?” en pocas palabras ¿Cómo podemos hacer feliz a alguien cuando no lo somos?

Esta claro con el tiempo la mentira, que nos creamos ya no funciona más, por tanto ya no somos felices y la vida de cada día se nos hace más pesada. Entonces empezamos a buscar nuestra felicidad.

En esta parte nos encontraremos con el dilema de que queremos ser feliz pero no podemos dejar a dicha persona. Entonces optamos por la opción mas adecuada “echar canitas al aire”

Durante un tiempo todo estará bien, pero llegara un momento en cual ya acostumbrados a la infidelidad y pensando ya en nadie mas que nosotros mimos haremos sufrir dicha persona. En este caso las heridas quizás ya sean más profundas y dolorosas que si tomáramos la primera decisión. También empezaremos a pensar que la persona que una vez hacinamos felices a costas de nuestra propia felicidad, ahora es un estorbo.

En dado caso de que nuestra voluntad y la idea de hacer los demás felices a cota de nuestra propia felicidad sea la que triunfe, entonces el resto de nuestras vidas lo pasaremos en la amargura y lo peor es que quizás nunca tendremos tiempo de ser felices.

Por lo tanto en dicho caso lo más recomendable es la opción 1, pero hacerlo con cautela para de esta manera no causarle dolor a quien nos ama y no tener luego cargos de conciencia.

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